En las últimas décadas, Internet se ha convertido en una de las formas más eficaces de transmitir ideas y movimientos políticos y sociales. En Libia en 2011, el coronel Gafadi era muy consciente de eso, pues decidió bloquear el acceso a Internet a la población libia con el objetivo de frenar el avance de la Primavera Árabe y que no llegara al país. 

Sus esfuerzos fueron inútiles, pues las protestas llegaron al país, y sus consecuencias a largo plazo fueron devastadoras para el mismo. La revuelta popular en 2011 desencadenó el colapso del régimen de Muammar Gaddafi, quien había gobernado Libia con mano dura durante décadas. Su caída llevó a un vacío de poder y una transición caótica. El país quedó dividido en facciones rivales, milicias y grupos armados que se sumieron en un conflicto armado que a día de hoy sigue vigente. Esta fragmentación ha llevado a la existencia de múltiples gobiernos y entidades en diferentes partes del país, generando una profunda inestabilidad política.

El objetivo de este ensayo es mostrar la inestabilidad de este país utilizando variables económicas y relacionándolas con la situación de partida. Para analizar la situación económica voy a partir por exponer el desarrollo del Producto Interior Bruto pér cápita por paridad de poder adquisitivo del país, el cual, al compararlo con el resto de países de la zona norte africana, es muy elevado. Sin embargo, al analizar su avance desde 1990 hasta 2020, se pueden observar  caídas y subidas del PIB muy inusuales. La más notable es tras 2010, que sucede debido a las consecuencias de las revueltas de la Primavera Árabe. Con respecto a la inflación, es decir, la subida de precios anuales, se observa una caída brutal de la inflación en los 2000, que se explica por el levantamiento de las sanciones económicas a las que estaba el país sujeto y las reformas económicas de los 90.

Al analizar loa datos en "The World Data Bank", se observa que no se cuenta con registro alguno entre 1990 y 2020 de los gatos en I+D ni en las inversiones en educación en el país. Las inversiones en I+D son las que potencian el PIB de los países, por lo que se plantea la siguiente cuestión: Libia tiene un PIB alto comparado con sus países vecinos; sin embargo, no invierte en I+D, ¿cómo es posible? La respuesta es sencilla: tiene la octava mayor reserva de petróleo del mundo. Este es un bien poco complejo, por lo que, que la economía de Libia se base en el petróleo, explica su alto PIB, pero también explica su bajo índice de complejidad económica (estima la capacidad de un país para producir y exportar productos complejos que requieren un alto nivel de conocimiento y habilidades). Debido a la cercanía con Europa, Libia provee de petróleo a toda la zona mediterránea de Europa. 


El índice de transparencia y el índice de inestabilidad política son quizás los más explicativos de la situación que lleva viviendo Libia tantos años. El índice de inestabilidad política refleja que es el país más inestable de su zona. Esto es debido a la extraña situación gubernamental del país: Libia tiene dos gobiernos rivales, el "Gobierno de Unidad Nacional" con sede en Trípoli y el "Ejército Nacional Libio" en Tobruk. Estos gobiernos compiten por el control del país y tienen su propio conjunto de instituciones y fuerzas armadas. La falta de una autoridad central unificada ha contribuido a la inestabilidad. Además, al no tener un gobierno establecido, las inversiones en educación (8,14% del gasto público) o sanidad (0% del gasto público) 
quedan reducidas a un segundo plano, por detrás de la defensa (10,91% del gasto público). 

Libia se ha convertido en el polvorín de la zona norte africana. Además, la exportación de armas ilegales por parte de milicias incontroladas se ha convertido en lo usual. Estas armas serán las raíces de futuros conflictos en África, además de ser uno de los principales abastecimientos de la yihad islámica. 

Las causas del conflicto libio, así como muchos conflictos del mundo árabe, no residen exclusivamente en una naturaleza militar, sino en una estructural. La distribución desigual de una gran riqueza y la corrupción son aspectos que favorecen los conflictos. En la resolución de estos conflictos, la comunidad internacional debe de ser cuidadosa con que sus decisiones y apoyos vayan en favor de la población libia y no en su propio beneficio; y que estas resoluciones garanticen lo que más necesita el pueblo libio: dignidad, seguridad y derechos humanos.