"Keynes vs Hayek" es una de las obras más reconocidas de Nicholas Wapshott, en la cual se trata el vínculo, la rivalidad y la perspectiva de dos grandes figuras dentro de la economía: Keynes y Hayek. 


Estos dos autores discrepaban principalmente en sus visiones sobre el funcionamiento de las economías y el papel del gobierno en la gestión de estas.

Keynes abogaba por la intervención estatal para contrarrestar las depresiones económicas. Su trabajo plasmado en su obra "Teoría general del empleo, el interés y el dinero", defendía que el Estado tenía un papel crucial en la regulación de la demanda agregada a través del gasto público y la política monetaria. En momentos de crisis, Keynes proponía que el gobierno aumentara el gasto para estimular la economía y reducir el desempleo.

Defendía que los mercados no generarían por sí solos empleo  de bienes y servicios, ya que creían que el estado podría resolver el desempleo aumentando la demanda agregada de bienes y servicios. Para llevarlo a cabo, el estado debía invertir en obras públicas para el desarrollo de las cuales necesitan mano de obra, produciendo así empleo. Esto causaría un aumento en la renta que traería consigo un aumento en la demanda.

Por otro lado, Hayek, defensor de la economía de libre mercado, sostenía que las intervenciones estatales distorsionaban el funcionamiento natural de los mercados. En "Camino de servidumbre", su obra más reconocida, advertía sobre los peligros de la planificación centralizada y abogaba por la libertad individual y económica. Para Hayek, las crisis eran el resultado de interferencias gubernamentales y creía firmemente en la capacidad de autorregulación del mercado.

Durante la guerra, muchos gobiernos adoptaron medidas de planificación centralizada para coordinar la producción en apoyo al esfuerzo bélico. Hayek, quien ya había expresado su preocupación sobre los peligros de la planificación estatal en su obra "Camino de servidumbre", observó cómo la planificación centralizada durante la guerra llevó a la restricción de la libertad individual y económica, reforzando así su convicción.


John Maynard Keynes

Friedrich Hayek

El duelo entre ambos comenzó con una primera toma de contacto entre los economistas, en la cual Hayek le manda una carta a Keynes solicitándole el libro “Psicología matemática” a Keynes. Sin embargo, el economista británico le respondió denegándole dicha petición. Hayek guardó esa nota de respuesta debido a su profunda admiración por Keynes. Este duelo, que más tarde será considerado el que define la economía moderna, surgió de intentar dar con una solución para la gran depresión que sucedió.

Tras la depresión de 1930 y el crac del 29, el presidente estadounidense Roosevelt se inspira en los principios económicos de Keynes para elaborar el New Deal, que fueron un conjunto de medidas económicas y sociales encaminadas a superar la depresión que vivía el país. . Mediante este proyecto, el gobierno federal pondría en marcha una serie de inversiones para tratar de estimular la economía y reducir el desempleo. Roosevelt consigue sus objetivos, inspirando a Keynes para escribir y publicar en 1936, titulada "La teoría general del empleo, el interés y el dinero". Esta obra triunfó en el mundo económico, aumentando el interés por la teoría keynesiana y sus efectos en la economía.

Ante el éxito en EEUU, demás países europeos comienzan a utilizar las teorías keynesianas, especialmente estimuladas por el Plan Marshall, que incentivaba las inversiones y el gasto público. Sin embargo, en los 70 se comienzan a hacer visibles los problemas de la teoría de Keynes. Altos déficits, deuda pública y desempleo comienzan a ser lo usual en los países. Margaret Thatcher en Gran Bretaña y Reagan en EEUU optaron por adoptar medidas neoliberales, que sirvieron de ejemplo para países del este, que buscaban integrarse en la economía global tras la disolución de la URSS.

En resumen, Wapshott aboga en su obra por no respaldar una única teoría económica y que ambas no son mutuamente excluyentes, si no que se debería hacer una síntesis de ambas ideas, reconociendo que en tiempos de desaceleración económica, las políticas de Keynes pueden ser efectivas para estimular la demanda agregada y mitigar el desempleo. Sin embargo, en épocas de crecimiento económico, Wapshott considera que las ideas de Hayek pueden ser más pertinentes, ya que permiten el florecimiento de la iniciativa privada y la eficiencia económica.